Proporcionar soluciones. Esa es la base sobre la que se sustenta el diseño social, una tendencia en alza que muestra que "hay otras formas de hacer las cosas" más allá de crear necesidades que fomenten el consumo, tal y como explica la presidenta de la ONG Diseño Social, María Hidalgo.
En la práctica, el diseño social supone un aprovechamiento de los recursos y el potencial humano, lo que favorece el ahorro de energía y un desarrollo sostenible y garantiza el acceso a bienes de primera necesidad, como el agua, la sanidad o la electricidad, a un precio asequible.
Pajita que filtra el agua.
De esta manera llevan el agua rodando, que es mucho menos doloroso y requiere mucho menos esfuerzo que llevarlo en la cabeza, además llevan más cantidad.