Promoción de Voluntariado de las Personas Mayores

Nos encontramos en una sociedad que está sufriendo un progresivo envejecimiento, la población española de más de 60 años de edad será en el año 2010 más de 8.350.000 personas.  Esto supone más de un 20% de la población española, que en esa fecha rondará los 41.200.000 habitantes.  El incremento con respecto al año 1986 será de un 27% (INSERSO,1989).  Estas cifras son muy similares a otros países de la Unión Europea.

Junto a estos importantes cambios cuantitativos que nos llevarán a contar con un numeroso colectivo de población mayor se han producido unos cambios cualitativos importantes.  En una sociedad con avances tecnológicos, las personas mayores han perdido su papel, la sociedad actual no recoge para las personas mayores un papel especifico, prima el modelo juvenil y todo lo que venga de la tercera edad es rechazado.  Como declaraba hace ya algún tiempo el presidente de los geriatras y gerontólogos españoles el doctor Guillen: "En una sociedad en la que prima el poder y la belleza, los ancianos no tienen sitio".  La situación puede ser especialmente problemática cuando se produce la jubilación, ya que al abandonar el trabajo se produce un vacío que debe ser llenado y adaptarse a una serie de rutinas que en parte desconoce (Ramos, 1995), y que en muchas ocasiones produce importantes problemas psicológicos, que afectan a su salud y calidad de vida.

Así, nos encontramos con un importante colectivo de población, con unos niveles económicos aceptables, sin los problemas de salud de antaño, y con 10 o 15 años de media de vida que se encuentran socialmente marginados y desplazados y que cuentan con una gran cantidad de tiempo libre por ocupar.  Además, disponen de amplios conocimientos y experiencia, que puede hacer muy útil su participación como voluntarios.  Hasta fechas muy recientes, las asociaciones sólo se ocupaban de la asistencia a este colectivo, e incluso mostraban una falta de interés por incorporar a personas mayores como voluntarios ya que suponían una falta de interés por participar en una organización (Lambert, Guberman y Morris, 1964).  En la actualidad, cada vez más, se interesan por hacerlos participar activamente, no sólo por hacerlos protagonistas de su propio desarrollo, sino por la enorme cantera de recursos humanos con una amplia disponibilidad horaria, que puede cubrir horarios y tareas donde es difícil encontrar otro tipo de voluntarios.  La Unión Europea es consciente de este reto y, propone la creación de proyectos piloto, así como la investigación sobre aspectos como el papel y la participación como voluntarios para las personas de edad avanzada o la participación activa en actividades culturales, educacionales, recreativas, etc., conducentes a una mejor integración y realización.